Agencias.
El Consejo de Ministros de Agricultura celebrado en Bruselas ha concluido sin sorpresas. Como era de esperar se ha aprobado la propuesta de la Comisión Europea de eliminar el porcentaje obligatorio de retirada de tierras para la campaña 2007-2008. Con esta medida la Comisión estima, con rendimientos normales, incrementar en diez millones de toneladas la cosecha de la próxima campaña, lo que supone un aumento del cuatro por ciento en la producción europea y menos del uno por ciento de la mundial.
Se trata de una medida provisional cuyo futuro deberá ser debatido a partir del 20 de noviembre en el marco del llamado ‘chequeo médico’ de la política agraria comunitaria. Por sí sola, esta medida no va a ser capaz de compensar la demanda creciente de los mercados asiáticos. Este potencial incremento de la producción no compensará siquiera la pérdida de existencias de intervención. En la actualidad no llega al millón de toneladas de maíz húngaro, cuando a comienzos de la campaña 2006/2007 era de catorce millones de toneladas. Alguien tendrá que plantarse volver a llenar los graneros europeos. También se han aprobado dos medidas promovidas por España, como son la eliminación de los aranceles de importación y las restituciones a la exportación. Dos acciones coherentes con la situación del mercado aunque tampoco se prevé vayan a tener un efecto decisivo. Los actuales precios del cereal europeo, más bajos que buena parte del grano exterior van minimizar el efecto de la eliminación de aranceles. Las restituciones a la exportación del cereal europeo ya se han reducido de forma considerable en los últimos años y en la actualidad no son más del dos por ciento del total de las restituciones agrarias.
En el sector lácteo se ha aprobado la llamada mini reforma, de escaso efecto directo sobre el día a día de las explotaciones cántabras. Se trata de medidas que afectan al almacenamiento privado, la intervención de la mantequilla, actualización de los estándares de calidad y reajuste de las ayudas de suministro de leche en las escuelas. En definitiva, cambios necesarios para la modernización del sistema de mercado, en espera de las más complejas negociaciones que se avecinan en 2008, donde se podría aprobar supresión de cuotas a partir de 2015.
Quienes sí deben estar satisfechos son los viticultores, o al menos aquellos que pertenecen a determinadas denominaciones de origen que defendían la no liberalización de plantaciones. La Comisaria ha aceptado revisar el asunto y dar protagonismo a los Consejos Reguladores, así como acometerlo de forma transitoria hasta que se aplique la política de arranque de 200.000 hectáreas, a la que no renuncia. Entre tanto se retrasa la vendimia en la región, tal como ha sucedido en casi toda España. El verano húmedo y frío ha afectado a los viñedos cántabros, al igual que al resto de la cornisa cantábrica, lo que mermará las producciones de uva pero mantendrá una alta calidad en el fruto.