Agencias.
El Euribor a doce meses, tipo al que se conceden la mayoría de las hipotecas en España, repuntó este martes en su cotización diaria al 4,59%, después de conocer los datos preliminares de inflación en varios países europeos, pero mantiene una media mensual inferior al mes anterior por primera vez desde agosto de 2005.
En concreto, el euribor bajrá del 4,72% de septiembre al 4,646% de octubre, según datos del mercado interbancario y a falta de una sesión, la de mañana, para completar la media. Se trata, por tanto, del primer descenso registrado por este indicador tras veinticuatro meses consecutivos de subidas, a falta de conocer la cotización de los dos últimos días del mes.
Este dato, que deberá ser confirmado por el Banco de España a mediados de noviembre, se sitúa 0,075 puntos por debajo del dato de septiembre, cuando alcanzó el 4,725%, pero se coloca 0,851 puntos por encima del Euribor de octubre de 2006, cuando se situó en el 3,799%.
A pesar de este descenso del indicador en octubre, el nivel actual del Euribor se traducirá en un aumento de las cuotas de los créditos hipotecarios que se revisen anualmente con la nueva tasa en los próximos días.
En una hipoteca media, que según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) se situó en 149.974 euros en el mes de julio, a un plazo de 25 años y con un diferencial de 0,50 puntos sobre el Euribor, la cuota mensual pasaría a 889,89 euros desde los 816,59 euros que se pagaba en octubre de 2006, lo que supone un incremento mensual de unos 73 euros en las cuotas y una subida anual superior a los 870 euros.
En lo que va de mes, el Euríbor ha oscilado entre un máximo del 4,720%, el pasado 2 de octubre, y un mínimo del 4,628%, que marcó el día 19, tras cuatro días consecutivos de descensos.
La crisis del mercado del crédito provocada por el desplome del sector ‘subprime’ norteamericano ha hecho que, por el momento, el Banco Central Europeo haya decidido mantener el precio del dinero estable en el 4% en espera de la evolución de los mercados financieros. De hecho, durante agosto y septiembre el BCE tuvo que inyectar liquidez en el mercado.