Sería muy interesante que los Gobernadores del BCE, además de hacer declaraciones desestabilizadoras (amenazas de subida de tipos) y descalificación (tildando de ilusos a los que acarician la esperanza de bajadas) emplearán más energía en aportar las razones técnicas que les impiden bajar tipos.
A fin de cuenta, la ilusión ayuda en tiempos de zozobra y es mezquino privar de ella a los que todavía tienen la suerte de conservarla.
No ponemos en duda la necesaria independencia de la institución, garantizada en el Tratado constitutivo de la Comunidad Europea; ni la mejor voluntad de su Presidente en el cumplimiento del objetivo de contención inflacionaria encomendado.
Pero desafortunadamente, las intenciones no bastan. Olvidando las recientes declaraciones de algunos de Gobernadores, que calificamos como muy poco afortunadas y carentes de sensibilidad, los ciudadanos de a pie, gravemente perjudicados por lo que no dudamos en calificar de “gran error”, tenemos derecho a que se nos den las razones técnicas que apoyan la decisión de no bajar tipos, máxime cuando se está entrando en un periodo de contracción, ya más que evidente.
Y, por favor, que no se vuelva al axioma de siempre, que establece que con inflación en máximos históricos, se hace necesario cuanto menos mantener los tipos de interés y pero NUNCA bajarlos.
Pedimos simplemente que se nos responda técnicamente, a los argumentos técnicos que hemos suministrado.
Tanto los agregamos monetarios, como las curvas de rendimientos, con remuneraciones muy bajas en los plazos largos, están apuntando un claro descenso de las expectativas inflacionarias.
https://stats.ecb.europa.eu/stats/download/bsi_tab02_03/bsi_tab02_03/bsi_tab02_03.pdf
Pero como ha quedado muy claro en lo publicado, hay serias objeciones que hacer a las métricas y modelos actuales de predicción.
Mientras tanto, lo que sí parece cada vez evidente, es que la economía a nivel europeo (y global) se está desacelerando peligrosamente.
Como físico me produce asombro el estado actual de la econometría y la ausencia de MÁS voces entre sus seguidores que lo denuncien.
Es más que evidente que no se están teniendo en cuenta factores de decisivos, posibilitados por el crecimiento exponencial de recientes productos y tecnologías.
Por ejemplo, el Foreing Exchange Market (Forex) cuya liquidez alcanza los 2.8 trillones de dólares diarios; negociando así al día, el equivalente a la Bolsa mayor del mundo (el NYSE de New York) en un mes.
El Forex extiende su actividad las 24 horas del día.
El apalancamiento límite es enorme, permitiendo operar con hasta 99 veces la cantidad depositada en cuenta.
Su crecimiento ha sido exponencial; en su nacimiento (1977) apenas contrataba 6.000 millones de dólares. Se estima, además, que crecerá a una tasa cercana anual cercana al 25%.
Su operativa es sobre pares de divisas, la gran mayoritaria envolviendo las monedas, dólar USD (USD), euro (EUR), yen Japonés (JPY), y libra Esterlina (GBP).
Para dificultar aún más la evaluación de sus flujos, el FOREX es un Over the Counter Market (OTC) actuando completamente des localizado.
Además, lo que antes era patrimonio de pocos, al requerirse grandes sumas para operar, está ahora al alcance de todos a través de terceras partes, que actúan como intermediarios, por una pequeña comisión, lo que hará que las estimaciones de crecimiento, se queden cortas.
He querido sólo dar un ejemplo para mostrar los grandes cambios acontecidos y la necesidad de tenerlos en consideración.
Hay que evaluar las fuerzas que intervienen con sentido común. De nada vale gastar sumas enormes en recopilaciones estadísticas de agregados como el M3, que aporta muy poco sobre M2 (lo que aporta es poco liquido y por lo tanto, de menor cuantía inflacionaria) y dejar fuera de estudio, los flujos monetarios más líquidos y en cantidades masivas, que están teniendo una influencia inflacionaria decisiva debilitando al dólar muy por encima de lo que sería recomendable.
Finalmente, es de agradecer la reciente aparición de Jean-Claude Trichet, intentando calmar ánimos y desautorizando las lamentables declaraciones recientes de otros compañeros del BCE, que en nada contribuyen a infundir la tan necesaria confianza, en los tiempos de zozobra que se avecinan.
Macrons