La gestora de carteras independiente con más clientes y dinero en España, Bestinver, ha entrado en el mundo más glamouroso de la inversión: los hedge funds, como se conoce a nivel planetario lo que en España se ha bautizado como fondos de inversión libre. Su primera criatura ha sido Bestinver Hedge Value Fund y fue registrado el viernes por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Ahora bien, quienes estuvieran esperando un fondo ultrasofisticado, estaban equivocados. “Ni siquiera se le puede considerar un hedge fund”, explican desde una firma de asesoramiento de carteras. Tampoco ha sido esa la intención del equipo de gestión, liderado por los premiados Francisco García Paramés y Álvaro Guzmán de Lázaro.
Su intención era aprovechar las posibilidades que ofrece la nueva normativa sobre fondos libres para poder concentrar sus inversiones. Es decir, invertir toda la cartera del fondo en unos pocos valores muy atractivos, para así elevar la rentabilidad. Según el folleto, el único límite es que un mismo valor “no exceda en ningún caso el 20 por ciento del patrimonio del fondo”.
Ventajas e inconvenientes
Este punto tiene ventajas e inconvenientes. Por un lado, permite sacar partido a la “demostrada capacidad de estos gestores de seleccionar valores que con el tiempo les dan muy buenos réditos”, como aseguran fuentes de mercado. Esta virtud queda reflejada en la rentabilidad de sus fondos estrella en los últimos años.
Bestinver Bolsa, el producto de acciones españolas, gana un 20,2 por ciento anual desde 1998, mientras que Bestinfond, su fondo de mayor tamaño con más de 1.500 millones de euros de patrimonio, ha subido un 21,7 por ciento de media anual desde su lanzamiento, según datos de la gestora.
Además, con el nuevo fondo, Bestinver se guarda la posibilidad de pisar aún más el acelerador, ya que se puede apalancar hasta en una vez. Es decir, que puede endeudarse para multiplicar las ganancias, aunque desde la gestora aseguran que usarán esta opción con moderación.
Pero esta estrategia también tiene sus inconvenientes, ya que concentrar tanto las inversiones eleva el riesgo. Por ejemplo, si destinaran toda la cartera a sólo cinco valores -aunque la distribución será algo más variada- y uno viviera fuertes caídas, un 20 por ciento de la cartera sufriría mucho y la rentabilidad total quedaría muy maltrecha.
La concentración no es el único riesgo del producto, también lo es su baja liquidez. En el Bestinver Hedge Value Fund el cliente sólo podrá meter o sacar dinero mensualmente, cuando en los otros productos de la gestora la liquidez es diaria. Por si fuera poco, durante el primer año no podrán tocarlo y durante el segundo tendrán que pagar una comisión del 5 por ciento sobre el patrimonio que se retire.
Hacer y deshacer con más libertad
Estas características, que suponen una gran ventaja para los gestores ya que así pueden tomar y deshacer posiciones con más libertad, hace aconsejable este producto sólo para inversores sofisticados. Por ello la firma ha fijado la inversión mínima en 60.000 euros, muy por encima de los 6.000 euros de otros fondos.
Además, Bestinver confía en que los inversores de este hedge pasen antes por Bestinfond y conozcan su estilo de inversión valor, que consiste en buscar empresas infravaloradas y esperar a que suban, aunque tengan que esperar años.
Tanto ha vinculado Bestinver este producto al Bestinfond, que la gestora se llevará un 50 por ciento de la ganancia extra que consiga el hedge fund sobre la de este fondo. De hecho, “es una versión picante de Bestinfond”, dicen desde la firma. “Ahora habrá que ver cómo es el picante”, reparan en otra gestora.