Para ilustrar este ejemplo hemos escogido un gráfico de Santander. En este caso colocaríamos el stop justo por debajo del último mínimo relativo:
Fig. 1. En este gráfico de Santander detectamos un nivel de soporte y entramos comprados al superar la resistencia.
Vamos a suponer que compramos acciones de Santander pues creemos que los títulos pueden subir. Para ello compramos tras superar los 6,1511€. Como puede suceder que nuestro análisis falle y Santander caiga situaremos el stop-loss un céntimo por debajo del último mínimo, o sea en los 5,6671€ (el último mínimo relativo importante son los 5,6771€€ señalados en el gráfico adjunto).
Si las acciones de Santander caen por debajo de 5,6671€ asumiremos nuestro error y venderemos asumiendo pérdidas, evitando con ello quedarnos pillados dentro del valor por si el título entra dentro de una espiral de caídas.