Los créditos a empresas pierden fuelle y las hipotecas experimentan un notable descenso
F. T.
Madrid- El sector financiero vive sus horas más bajas de los últimos años. La burbuja hipotecaria se deshincha al mismo ritmo que lo hace la vivienda. La subida de los tipos de interés y el desdenso de la confianza en el futuro de la economía ha provocado y provocará una «notable» desaceleración de los préstamos para la adquisición de pisos. Y lo que es peor, la crisis actual ha tocado ya el segmento del consumo. Las familias no reclaman tantos créditos para gastos corrientes. Según se desprende de la última Encuesta sobre Préstamos Bancarios realizada por el Banco de España, los fondos solicitados por los hogares para el consumo disminuyeron en el segundo trimestre del año por primera desde hace tres años y medio. Éste tipo de productos había mantenido durante catorce trimestres una tendencia positiva.
Para colmo, este clima de incertidumbre se ha trasladado también al mundo empresarial. Las compañías piden menos dinero que antes para financiar sus proyectos y el crédito experimentó entre marzo y junio un menor ritmo de crecimiento que en trimestres anteriores.
Las entidades anticipan una continuación de la tendencia bajista para el periodo comprendido entre julio y septiembre. El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, admitió el jueves, durante una intervención en el Senado, que el consumo privado y la inversión en la adquisición de la vivienda mantendrá su «gradual desaceleración» y que es «probable que no se desvíen» de esta senda, aunque matizó que aún es pronto para conocer el alcance de la crisis y las turbulencias del mercado.
La incertidumbre ha supuesto, en paralelo, un endurecimiento de las condiciones para la concesión de créditos. Bancos y cajas aprietan cada vez más las clavijas a los prestatarios, para ampliar los márgenes en todo tipo de transacciones.
Cambio en las perspectivas
Las nuevas exigencias son fruto, según expone la encuesta, «de los cambios en las perspectivas de algunos sectores y sociedades concretas, en particular la promoción de viviendas». Las dificultades aumentan más para las familias que para las empresas, aunque para éstas las trabas son superiores para sociedades de gran tamaño y para las operaciones corporativas.
Este fenómeno no se da sólo en España. Las entidades de todo el mundo han cortado el grifo del dinero fácil ante la falta del liquidez del sistema crediticio.
El volumen de fusiones y adquisiciones ha descendido un 42% en el tercer trimestre, según «The Financial Times». El movimiento en este tipo de operaciones alcanzó el billón de euros (unos 700.000 millones de euros) frente a los 1,75 billones (1,2 billones de euros) registrados entre marzo y junio.
En el conjunto de los nueve primeros meses del año las fusiones y adquisiciones ascendieron al volumen récord de 3,85 billones de dólares (2,71 billones de euros). El nivel de actividad corporativa durante este periodo se benefició del significativo incremento en países emergentes. Las fusiones y adquisiciones en Rusia, China, India y Brasil alcanzaron hasta septiembre los 298.100 millones de dólares (209.980 millones de euros, aproximadamente).