Agencias.
Astroc está dando demasiado trabajo a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y demasiados quebraderos de cabeza a los inversores.
El último capítulo se produjo ayer. Las acciones de la compañía volvieron a desplomarse ante la reformulación de sus cuentas de resultados. El regulador bursátil ha realizado la prueba del polígrafo a la inmobiliaria valenciana. El aparato ha detectado ciertas anomalías en el balance de 2006 y la promotora se ha visto obligada a reconfigurarlo.
Los ajustes han provocado un descenso del beneficio neto del ejercicio pasado a la mitad, de los 93 millones anteriormente declarados a los 43,5 actuales.
El desfase se debe a la venta de unas participaciones industriales y al traspaso de unos terrenos que contabilizó en los resultados de 2006, pero que no se produjeron hasta el primer semestre de 2007.
El reajuste causó un cataclismo en las acciones de la firma valenciana, que fue castigada por los inversores con una caída del valor del 12%, hasta 12,51%.
Además, el hundimiento se debió al retraso en la fusión de sus filiales Rayet Promoción y Landscape.
En los documentos presentados a la CNMV, Astroc reconoce que la integración de los activos se llevará a cabo en el primer trimestre del próximo año y no antes de que finalice el presente ejercicio.