REDACCION
29 SEPTIEMBRE 2007
El responsable de Bestinver, Francisco García Paramés, ha salido al paso de las críticas por los resultados de su fondo en los últimos meses y afirma en una entrevista que algunos de los inversores que han entrado en su fondo en los últimos meses “se han puesto nerviosos”.
El gurú de Bestinver recuerda que tras las caídas del 10%, el cliente que invierte en bolsa disfruta de mercados con subidas cercanas al 40%.
“Estos momentos de caída de la bolsa ofrece oportunidades de compra. Durante el verano los tres gestores -en referencia a Alvaro Guzmán, Fernando Bernad y el mismo-, hemos invertido dinero en los fondos de la entidad”.
Francisco García Paramés (Ferrol, 1963), director general de inversiones de Bestinver, recuerda que históricamente el cliente que entró después de una caída del mercado del 10% llegó a acumular ganancias del 40% o 50% en los dos años posteriores. “El cliente que entra en esos momentos tiene ganada la carrera”, señala con seguridad en la primera entrevista concedida a un medio de comunicación en más de un año, y en plena caída de las bolsas.
Para García Paramés, “en España existen valores interesantes, especialmente entre los defensivos y las empresas exportadoras”. En su opinión, la crisis era algo previsible. “Se había producido un exceso de crédito que había impulsado al sector bancario e inmobiliario. Nosotros nos habíamos salido de estos dos sectores en nuestro fondo ibérico Bestinver Bolsa”. En una cartera de la que han desaparecido los bancos, la aseguradora Mapfre se ha convertido en su principal inversión. “El castigo a los bancos se ha trasladado a la aseguradora, algo que no tiene sentido. Es una buena inversión”, reconoce García Paramés.
El director de Inversiones de la gestora del grupo Acciona y una de las referencias del mundo de la gestión española en la última década reconoce que sus clientes están tranquilos: “los partícipes que ya llevan unos años y que entienden bien nuestra filosofía de inversión no se han puesto nerviosos, algo que sí ha sucedido con algunos de los que habían entrado en los últimos meses”.
Esta filosofía de inversión se basa en la búsqueda de compañías que se encuentran infravaloradas y que tengan un gran potencial de revalorización a largo plazo. Esto le llevó en ocasiones, entre 2000 y 2003, a contar con un alto peso de pequeños valores en su cartera. “No somos un fondo de pequeños valores. No tenemos fobia a los grandes valores del Ibex, a quien sí se la tenemos es a las acciones caras”, reconoce con firmeza. En su opinión, el problema no es invertir en un valor pequeño con menor liquidez, si no equivocarse al elegir el valor. García Paramés dice con ironía que él prefiere siempre las compañías grandes: “es mucho más fácil entrar en ellas. No nos costó nada entrar este año en Telefónica, mientras que invertir la misma cantidad en un valor pequeño te puede llevar tres o cuatro años. Es un tostón”.
El director de Inversiones de Bestinver cree que, por ahora, no es un problema para gestionar la cartera del fondo el espectacular crecimiento patrimonial que han tenido, al pasar de 1.000 a 6.000 millones en dos años y medio. “El fondo ibérico -que invierte en España y Portugal- podría tener el doble de patrimonio del que ahora tiene antes de plantearnos el cierre. En la actualidad encontramos grandes valores a buen precio. En el caso de los productos internacionales no creo que sea necesario el cierre”, explica.
Fondo de inversión libre
Tras el éxito que han obtenido con su estilo de gestión de valor, Bestinver acaba de recibir la aprobación por parte de CNMV para lanzar un fondo de inversión libre, Bestinver Hedge Value Fund. “El producto tendrá una filosofía similar al resto de nuestros fondos, pero con una mayor flexibilidad”, explica García Paramés.
El fondo apostará por las acciones. No realizará ventas a corto. Además, al aprovechar la mayor flexibilidad de los fondos de inversión libre, tendrá una cartera concentrada en pocos valores. “Frente a los cien títulos que tenemos en otros fondos, el nuevo producto podrá tener entre 20 o 25 acciones, o incluso menos”, reconoce el gestor.
Otra de las novedades del nuevo fondo será la posibilidad de endeudarse para aumentar las posiciones en un valor en momentos de pánico del mercado que dejen acciones a precio de ganga. No obstante, esta estrategia “se hará con moderación en épocas de caídas del 30% o 40% de la bolsa”, señala.
El fondo, que tendrá una inversión mínima de 60.000 euros, tendrá una novedosa comisión mixta: un fijo del 2% más una parte variable en función del comportamiento de otro de sus fondos, el Bestinfond. “A la gestora le quedará el 50% del exceso de rentabilidad que Bestinver Hedge Value Fund saque a Bestinfond”, explica. Así, si el nuevo fondo no bate a su producto tradicional, la gestora se quedará sin su parte variable. Bestinver recomendará este producto para destinar entre el 10% y 15% de la inversión.
Un autodidacta seguidor de Warrent Buffet
Francisco García Paramés se ha convertido en una de las referencias en el mundo de la gestión en España. La rentabilidad obtenida por su fondo de renta variable le avalan, con una revalorización del 22% anual durante el periodo 1993-2006, equivalente a una apreciación acumulada del 1.527% frente al 522% marcado por el índice de referencia de la Bolsa de Madrid. Este autodidacta y devorador de libros, como le califican sus compañeros más cercanos, tiene un estilo de gestión que se basa en la aplicación estricta de los principios de la escuela del valor, en las que están figuras como Benjamín Graham, Warren Buffet o Peter Lynch. La idea es buscar valor en cada inversión que realizan, para lo que es necesario un conocimiento profundo del negocio de todas y cada una de las empresas que componen su cartera.
Este licenciado en Económicas, que habla inglés y francés, y lee alemán e italiano, se incorporó a Bestinver en 1989 donde, tras dos años como analista de valores españoles, comenzó a gestionar carteras y fondos. En 1997 comienza a gestionar Bestinver Internacional, consiguiendo que se sitúe en posiciones líderes en el mercado de fondos extranjeros comercializados en España, con una rentabilidad acumulada desde 1998 hasta 2006 del 218%, frente al 33% obtenido por el índice de referencia (MSCI).